Medicina Funcional: una nueva forma de entender tu salud y cómo la sueroterapia puede ayudarte a recuperar el equilibrio

En los últimos años, cada vez más personas empezamos a hacernos preguntas distintas sobre nuestra salud. ¿Por qué me siento agotado si todos los estudios están bien? ¿Por qué vivo con malestar digestivo y nadie encuentra una causa? ¿Hay algo más allá de tratar los síntomas?

Ahí es donde entra la medicina funcional. Un enfoque distinto, más profundo, que no busca tapar los síntomas, sino entender qué los está generando. Es una medicina que ve al cuerpo como un todo y que, en lugar de fraccionarnos por sistemas o especialidades, busca las conexiones entre ellos.

¿Qué es la medicina funcional?
Es una forma de hacer medicina que pone al paciente en el centro. Se basa en la idea de que muchas enfermedades crónicas (digestivas, autoinmunes, hormonales, metabólicas) no aparecen de un día para el otro, sino que son el resultado de años de desequilibrio. Y que si nos detenemos a entender por qué se desequilibró ese sistema, podemos intervenir antes, de manera más eficaz, más personalizada y menos invasiva. Se apoya en cambios en el estilo de vida, en la alimentación, en el manejo del estrés, el descanso, el movimiento, y también en herramientas específicas como la sueroterapia.

¿Qué es la sueroterapia?
Es un tratamiento que consiste en la administración de nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes por vía endovenosa. A diferencia de los suplementos orales, que se absorben parcialmente en el intestino, los sueros llegan directamente a la célula, con una biodisponibilidad mucho más alta y un efecto más rápido. Es una herramienta potente para acompañar procesos de recuperación, detoxificación, refuerzo inmune, equilibrio energético y mejora del rendimiento físico o cognitivo.

¿Qué tipos de sueroterapia existen?
Cada plan se personaliza en función de la necesidad de cada paciente, pero algunos de los más utilizados incluyen:
• Sueros energizantes: con complejo B, magnesio y vitamina C, ideales para estados de fatiga o estrés crónico.
• Sueros detox: con glutatión y aminoácidos clave para ayudar al hígado a eliminar toxinas.
• Sueros inmunológicos: refuerzan las defensas naturales del cuerpo con altas dosis de vitamina C, zinc y selenio.
• Sueros antiestrés o antioxidantes: para quienes sienten el impacto del ritmo acelerado y buscan un equilibrio profundo.

En mi experiencia, cuando combinamos esta herramienta con un abordaje integral, los resultados son mucho más sostenidos y transformadores.

Si sentís que tu cuerpo te está pidiendo otra forma de cuidarlo, este puede ser un gran primer paso.

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